lunes, 26 de octubre de 2009

Cines Renoir Romareda: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina



Sinopsis
Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atención y salir de Estocolmo. Trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto con el estudio de las matemáticas y ciertos placeres en una playa del Caribe.

¿Y Mikael? El gran héroe, Súper Blomkvist, vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y reconocimiento profesional por parte de colegas y otros medios. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este que le han propuesto una pareja, Dag y Mia.

Las vidas de nuestros dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto... una muchacha, atada a una cama, soporta un día tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.

Crítica
Las comparaciones con la primera entrega de la saga son inevitables: para empezar, la primera duraba media hora más que la segunda y era más lenta. Pero eso tiene una fácil explicación: había que ambientar y presentarse los personajes y todo el contexto. En la segunda, de dos horas, ya conocemos a los personajes y por eso la acción es más trepidante de principio a fin. Hay otra diferencia: Mientras que en "Los hombres que no amaban a las mujeres", Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist colaboraban en la investigación, ahora, y eso genera más tensión por las ausencias, no se ven más que al final de la película, cuando el periodista encuentra malherida a Lisbeth. Pero poco a poco a lo largo de la película se irán encontrando y desencontrando virtualmente a través del sus respectivos ordenadores.

Es magistral cómo se nos van dando detalles de la anterior vida de Salander (su padre asesinando a su madre, Lisbeth a los 12 años quemando a su padre, el ingreso de Salander a un psiquiátrico y el posterior tutelaje del sádico y oscuro Bjurman.

Al final, una anagnórisis (encuentro de hija y padre al que Lisbeth desconocía su existencia, ni qué hacía...) es el clímax. Y una vez encontrados, el odio del padre sigue ahí, y por medio del gigante hermanastro de Lisbeth, la intentarán matar.

En fin, un film muy recomendable para los amantes del suspense y el Thriller que dejará satisfechos. Y las actuaciones de Naomi Rapase, en el papel de Lisbeth Sal Ander y Michael Nyqvist en el de Mikael Blomkvist, sencillamente memorables.
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