Cines Renoir Romareda: Un profeta

Sinopsis
A su llegada a la prisión, Malik El Djebena topará con un mundo mucho más rudo del que él está preparado para afrontar. La toma de contacto resulta ser especialmente traumática, debiendo tratar con los prisioneros corsos, que dominan el lugar. Malik deberá utilizar toda su inteligencia para ganarse la confianza de los mandamases, que le encomendarán una serie de "misiones" que le endurecerán rápidamente y le harán aproximarse a los musulmanes, el otro gran "clan" del presidio.

Crítica

La gran triunfadora del cine galo nos lleva al interior de una prisión y nos cuenta las relaciones de poder que reinan en ella. Ahí nos topamos con el clan de los corsos encabezado por César Luciani. Y ahí llega Malik, un delincuente juvenil franco-árabe que será utilizado por Luciani y sometido a una prueba más que dura. Pero Malik es muy listo e irá creciendo al lado del líder corso hasta subírsele a la chepa.

La primera parte de la película es de sobresaliente, después se hace menos original.

Malik es un profeta. ¿Por qué? Básicamente, porque sale indemne de la mayoría de líos en los que se mete para ascender de nivel entre las mafias de la prisión. No es tanto así en el interior de su mente, la visión de su primera víctima mortal le acompaña siempre, resultando ésta una de las más bellas innovaciones de la película. La otra, a mi modo de ver, es la relación que se crea entre César y Malik, que es casi paternal, sobre todo de un padre abusivo, dominante y maltratador.

Aunque Un profeta no se ha llevado el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, ya ha triunfado en otros muchos circos y destaca ante todo por la acertada recreación del entorno carcelario y por la gran interpretación del actor principal, Tahar Rahim